13 marzo 2017

LOS DOCENTES Y LOS VOLUNTARIOS


Un conmovedor texto que circula por Internet. Acá su versión escrita y oral      
 Que se vengan los voluntarios nomás, de todas partes, que se vengan a nuestras escuelas donde se llueve y no hay aire acondicionado, ni estufas, que vengan, que den clase sin vidrios y sin puerta, de cara al patio del recreo, que vengan, que partan en 8 las porciones del comedor y las repartan orgullosos de la miseria que reparten. Que vengan, que se tomen la lancha y busquen a los niños en sus ranchitos, les den la leche, limpien la escuela, den la clase y vuelvan a esperar la lancha. Que vengan, que lleguen a la escuela caminando el barro, esquivando los perros con la bici, que pedaleen y lleguen, divinos, como detrás de la PC. Que vengan, que corran a los transas de la puerta y de la esquina, que le salgan a disputar cada pibe o piba, que vengan y ponga huevos y ovarios. Que vengan, que den clase acunando al bebé de nuestras chicas, y que les salga linda la letra del pizarrón. Que vengan, que contengan 300 pibes. Vengan a las cárceles y den clase cuando se cierren tres portones atrás de ustedes, vengan. Vengan a compartir mate cocido y pan. Vengan con la cartuchera llena de biromes, vengan carguen gordita la sube y recorran 5 escuelas en una misma jornada. Vengan, pongan el cuerpo para descargar la tristeza, el llanto, la bronca, pongan el cuerpo en las peleas, pongan el cuerpo a las familias desesperadas, pongan el cuerpo y salgan con la ropa ensangrentada, enlagrimada. Párense en el medio de la calle, corten el tránsito y frenen batallas campales. Párense en el medio del patio sin micrófono y háganse escuchar por 400 adolescentes. Vengan, traigan las zapatillas de casa, vayan al juzgado. Vengan, saquen fotocopias, cárguenlas en la mochila y paséenlas todo el día, toda la semana, todo el año. Vengan, tengan paciencia, enseñen mucho, abracen cuando sea necesario, fúmense todos los días la pipa de la frustración, aprendan a alegrarse con las pequeñas cosas. Vengan, formen la cooperadora, arreglen edificios, pongan en juego sus patrimonios y su tiempo, pinten la escuela. Corran las ratas y los alacranes. Vengan, citen a los alumnos, den clase en ese marco, el 6, el 7, el 8, un mes entero, un año entero. 



Vengan. Así y todo jamás van a ser mejores que mis compañeros de paro. Así y todo, nunca van a ser más que vulgares y miserables rompehuelgas. Nosotros seguiremos siendo, honrada y honrosamente, trabajadores de la educación.
 

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